"La verdad es un contacto interior inexplicable".
Clarise Lispector
Despierta el amor y el anhelo de una vida mejor para los niños desprotegidos, al plantear la realidad más cruda que cualquier exageración romántica. La pobreza y el abandono infantil vistos con una pluma que va hasta el más profundo pensamiento de la chica, que trabaja y tendrá un desdichado destino, cosa que se nos advierte desde un principio.
La vida, la muerte, la pobreza, las ansias de vivir, el fugaz amor que no lo fue sino simple ilusión, son mostrados con una sorprendente habilidad y filosofía: a partir del relato de una joven de lo más común, la escritora coloca en la mira las ilusiones, la energía, los pequeños contratiempos que se van encontrando para sobrevivir; retrata con lucidez una corta visión del mundo que, de todos modos, no alcanzará a hacerse realidad pues la muerte la acecha por todas partes, así como podría ser la felicidad.
Muerte por inanición, por amor, por tuberculosis, por asesinato, por atropellamiento, por cualquier enfermedad. Tan cerca de ver concretados sus sueños pero al mismo tiempo tan inaccesibles, pues es acechada por la pobreza, el machismo, la indiferencia, la codicia laboral.
En esta novela corta, te embelesa esa verdad contada con tanto cariño, con una delicadeza a la que quizá nunca tuvo acceso nuestra heroína.
Te conmueve el caso contado, que tiene tanto de cotidianeidad como de tragedia, y el lirismo tan apegado a la tierra que, cuando la memoria de lo leido te asalta, las piedritas te pican dentro de los zapatos, .
Clarice Lispector. La hora de la estrella. Buenos Aires, 2011. (Trad. Gonzalo Aguilar).
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