martes, 31 de mayo de 2022

Salir de la zona de confort.

 Con el desvelo propio de haber salido de mi zona de confort por un día, me preparo mi droga matutina enmedio de una zona bellísima del estado de Querétaro, en donde se puede acampar gratuitamente y de manera segura, en un bosque gigante de coníferas y mucho más cerca de las estrellas. ¿Pueden adivinar dónde es?

Así festejé con mis hijos y perro, los primeros días de mi sexta década. 

¿Y qué fue salir de mi zona de confort? Dormir sin colchón mullido, diez grados celcius nocturnos menos que en Querétaro Capital (nunca se me quitó el frío), a doscientos pasos del baño limpio más cercano, con carbón húmedo para encender fuego de mañana y escuchando los ruidos amplificados de perros, fiestas, música y juegos de niños durante toda la noche, ya que afortunadamente no estuvimos solos. 

Las tiendas de acampar y el carro, resistieron el traqueteo, y nosotros también.

(Foto tomada por Alan St Clair).


viernes, 27 de mayo de 2022

Para mis sesenta años

 Quizá he olvidado

me he equivocado    desviado el camino

enloquecido   hecho daño


Todo ha sido en legitima defensa

sobrevivir es un asunto serio

a veces dejas huesos en el camino

se pierden dientes   kilos    amores   dinero   amistades

se ganan paciencia   humildad   amores    arrugas


El panorama es mas amplio

la experiencia se afina de traumas

procuro que el dolor sea de sacarme las espinas

y no seguir sentada sobre ellas


Me cuido más que nunca

los días de hacerme la fuerte

       y caer en pozos profundos

ya pasaron

procuro brincar en pastos prístinos

comer de la mano de sabi@s

dejarme querer por l@s buen@s

entender que no tod@s son para mí

aunque sean mi familia de sangre


Me acepto sensible    delicada

una venada madura en el corazón del bosque


Las ausencias viven en mis escritos

fantaseo en el cuaderno

y procuro convivir fraternalmente 

con mi realidad