Cuando se iluminanPara Alejandra H.
la madre oscura
el hombre débil
la tristeza abonada con lisiantos
azoteas sin llave nidos con ausencias
y la fijación en los finales felices
de los cuentos de hadas
reconocerás los dientes de lobo
en los humanos más dóciles
levantarás los puentes levadizos
cuando asome tras la colina
el ejército invasor
disfrazado de monje.
Relatos para entender
los torbellinos hormonales
de partos duelos obsesiones
los atravesamos a ciegas
jugando a la ruleta de la vida
donde la apuesta
somos nosotras.
Nos bajas del viejo pedestal
respiramos la fuerza de la autoconciencia
nos muestras tus heridas del naufragio
a tierra has llegado y la manada
lame tu tristeza hasta sanarte.
La princesa quedó atrás
Vasilisa regresa con su cráneo iluminado desde adentro
nadie te engañará ni ilusionará en vano
las letras muestran el sendero
las letras crean el sendero
de una vida ligera y ajustable
como una nariz de payaso.