Texto leido durante la presentación de mi libro de relatos el 9 de diciembre del 2013 en Hermosillo Son. , México.
Por Angela Pérez Córdova
Buenas tardes, quiero
decirles a ustedes que me complace mucho estar aquí, comentando el libro de mi
querida amiga Anna Georgina. A ella la conocí muy joven y muy atrevida, sigue
siendo joven y también muy atrevida, cosa que me da mucho gusto.
“De Tejidos Marítimos,
Viudas y Tangas”, se llama el libro, un título sugerente, ¿a poco no?
Dice su autora en la
contraportada del libro que es un desafío a la vergüenza, más bien yo opino que
es un desafío a la verdad.
La literata Ángela Pérez Córdova y la escritora. |
Vemos a través de estos
relatos, como se nos explican, o mejor dicho como nos quedan un poco más claras
diversas situaciones que afectan la vida de las mujeres; ahí está el
alcoholismo de gente querida, el machismo siempre presente, la soledad, la
doble o hasta la triple jornada que tienen muchas mujeres que luchan por
sobrevivir, o el enfrentar las mujeres un embarazo no deseado en aquellos años
que tenía que ser clandestino y en las peores condiciones. Nos habla también de la constante lucha de las mujeres por
encontrarle un sentido justo a la vida.
Así, cuando nos habla
de la niña y de sus sueños, de la adolescente y de sus emociones intensas de
cada día, de la joven plena reconociendo
su cuerpo y sus necesidades, de sus pérdidas y decepciones, del encuentro con
la viudez, dejándonos entreveer ese sentimiento de vergüenza y júbilo por el
que pasan estas mujeres, que dicen, “es
el estado perfecto de la mujer”, volviendo
a renacer, haciéndose dueñas absolutas de su tiempo, de su libertad y sobre
todo de su independencia.
En todos estos relatos
predomina una prosa fluida, sencilla, sin inhibiciones, ni falsos pudores, el
estilo nos sorprende gratamente con las descripciones tan sencillas, tan breves
y tan eficaces, sin adjetivación innecesaria, redundante. Podemos advertir en
el nivel estilistico que la oralidad es un recurso utilizado por la autora con
gran acierto otorgando con esto un valor testimonial.
Son vivencias de muchas
mujeres, en cada relato nos muestra un fragmento de vida, un pequeño fragmento
de vida de cualquier mujer, tú, yo, ella, nosotras, somos todas, todas nos
reconocemos.
Leyendo a Anna, te
llegan los recuerdos, te llenas de suspiros, de añoranzas, de querencias
olvidadas, te dan ganas de escribir para llevar un registro de lo cotidiano, de
lo simple que es lo esencial, escribir para aclararse lo que le pasa a una
misma y entenderse, porque escribirnos es una de las formas de transformar
nuestra manera de vernos.
Posiblemente, ojalá me
equivoque, pero muchas de las que estamos aquí, crecimos bajo ese régimen
absolutista de “ en boca cerrada no entran moscas”, y bajo ese lema crecimos y aprendimos a
callar siempre, porque se nos enseña desde niñas que no es bueno exteriorizar
nuestros sentimientos, que a veces las preguntas no pueden ser respondidas por
nadie, o casi nadie, y es entonces que aprendemos a respondernos desde la
soledad de nuestra imaginación, y ni modo, en esta sociedad tan cerrada que es
la que asigna roles, y que por supuesto a nosotras se nos asigna el “rol pasivo”, el cual establece que ninguna
mujer, en ningún momento de su vida, llámese infancia, adolescencia, juventud o
madurez, pueda exteriorizar sus opiniones, hable de sus sentimientos, de sus
vivencias, de sus deseos y realidades, el libro de Anna, es evidente que quiere
dejar algo muy claro: si se puede!!!!!
Angela Pérez Córdova
Hermosillo, Sonora, a
10 de diciembre de 2013.
(publicado con el permiso de su autora).
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