Me duelen las tragedias, la impunidad. Me da rabia, coraje. Quiero castigar, gritar. Cuántos muertos se necesitan, cuántas vidas se requieren para sacudir las conciencias, levantar las voces. Más voces, más impactos, que ganen las voces, que el grito se escuche más que el peso del dinero, de la indiferencia, de las vidas dormidas por el futbol, las telenovelas, por la lucha diaria para lograr la sobrevivencia de millones de personas en mi país.
He visto en dos ocasiones la entrevista que el viernes pasado, Carmen Aristegui ( en CNN en español) realizó a dos trabajadores de la cultura, un reportero y un fotógrafo: uno, salvadoreño, el otro, catalán. Ellos están colaborando un documental sobre lo que ellos llamaron una catástrofe humanitaria en nuestro país: centroamericanos que en su paso por México para tratar de cruzar la frontera hacia EUA, a bordo de trenes de carga, son víctimas de las autoridades mexicanas pero, además, y eso es nuevo en este año, por bandas de secuestradores que los bajan y los detienen para pedir dinero a sus familiares en Estados Unidos. Y si no reciben lo que exigen, empiezan mutilando y terminan matando con la total impunidad. Además, se roban a las mujeres jóvenes para obligarlas a prostituirse en lugares regenteados por los Zetas, pues es el grupo que está detrás de toda esta actividad. Esto, a la vista y/o complicidad del Instituto Nacional de Inmigración, así como las autoridades locales de Tenosique, Tabasco y Tierra Blanca, Veracruz. La versión completa de esta situación se encuentra en elfaro.net, periódico en línea que estos dos reporteros tienen.
Nos quejamos de cómo tratan a nuestros connacionales en Estados Unidos, pero somos indiferentes ante lo que sucede con los centroamericanos en nuestro propio país que es muchísimo peor. Incluso aquí, en Querétaro, una señora fue llevada a la cárcel , acusada de colaborar con indocumentados centroamericanos, porque la encontraron dándoles de comer en su casa. Por humanidad lo había hecho.
Iré a una obra de teatro que han anunciado en la ciudad: Lomas de Poleo, llamada así pues es el nombre del lugar en donde tiraban a las mujeres asesinadas de Juárez. De este problema, sin respuesta, en donde la impunidad está presente, fui sensibilizada con una película sobre el tema en donde protagoniza Ana de la Reguera, que actúa como una policía no corrompida por el poder que decide ir hasta el fondo de la problemática de los cientos de mujeres violentadas. Lo que descubre la llena de terror. Sé que está basada en la realidad.
Liz González, de Radio UAQ, entrevistó ayer en la mañana y por la tarde a los actores de Lomas de Poleo, e indican que el autor, Chihuahuense, para la realización de esta obra, entrevistó a varios asesinos sobre sus sentimientos, motivaciones. etc. Jueves, viernes y sábado de esta semana, en el Auditorio Esperanza Cabrera, a las ocho de la noche, serán sus últimas presentaciones.
En la realidad de mi país se están llevando a cabo secuestros, mutilaciones, violaciones, juegos sadicomasoquistas en donde lo más primitivo del cerebro humano toma el control: esa parte que busca el placer puro, el aplastamiento del otro, el dominio, el abuso. Y no hay castigo para nadie. Los límites del abuso sólo los pone el agresor mismo.
En los países en donde no hay un Estado fuerte, sus economías son débiles por la guerra, por crisis económicas o por pobreza ancestral, los débiles de la sociedad, mujeres y niños, son robados y engañados para diversos fines: prostitución, trabajos forzados, uso de ellos como carne de cañón en guerras. Esto lo llevan a cabo narcotraficantes, bandas de delincuencia organizada, algunas de las cuales ya tienen connotaciones de empresas trasnacionales, pues sus actividades traspasan fronteras y mueven a estos seres vulnerables a aquellos lugares en donde pueden redituar ganancias.
¿En qué se diferencían estas situaciones a las acciones que se realizaban hace tres siglos, en donde la esclavitud estaba garantizada por la ley? Las acciones son parecidas en su inmoralidad. Ahora, por lo menos en lo que a Mexico se refiere, la ley es letra muerta, no existe fuerza suficiente, ni voluntad, para detener esta situación.
Y esto parece que es cada vez peor.
Anna tienes mucha razón en lo que escribes. estoy de acuerdo contigo. fijate que en relación a la mujer que encarcelaron por dar de comer a indocumentados, a mi me sorprendió mucho algo que me pasó y precisamente por esos días. estábamos en nuestro negocio ya casi para cerrear (mi negocio queda en el centro)cuando llega un hombre pidiendo que lo ayudáramos, nos contó que venía de salvador y que llevaba ya varios días sin comer. su traza era muy triste. yo soy enemiga de dar dinero así que al verlo tan triste, cansado, tan fregado, la mera verdad sentí feo no ayudarlo así que le dije que lo único que podía ofrecerle era un plato de sopa. se lo dí y al día siguiente ¡impresionante! hubieran visto la cantidad de indocumentados que llegaron a pedir ayuda, yo tuve que negarla pues en la mañana me comentaron que acababan de encarcelar a una mujer por ayudar a indocumentados.
ResponderEliminarpor otro lado quiero comentarles nuestra experiencia triste sobre la cantidad de desempleados en nuestro país. mi esposo hace mantenimiento doméstico y comercial y el verano pasado le llegó un trabajo grande en el que requería de cinco ayudantes. puso un anuncio en el periódico el día viernes para que el lunes temprano acudieran aspirantes y así comenzar ya la semana trabajando.el anuncio decía se solicitan 5 ayudantes para mantenimiento doméstico. tel... domicilio...) ahora la pregunta que le hago a todo aquel que le he platicado esta experiencia ¿cuántos creen que acudieron ? ha habido personas que me han dicho como unos 10, otras más me han dicho como 25, pero mayor de esta cifra nadie, entonces me doy cuenta que no no nos hemos dado cuenta de la verdadera gravedad del asunto. al llamado acudieron hombres de todas las edades desde jovencitos como de 17 hasta de la tercera edad, también acudieron 5 mujeres diciendo que ellas le entraban a la chamba, que no importaba lo p
esada que fuera, hombres con capacitación como herreros u obreros calificados que habían sido despedidos, en fín vuelvo ha hacer la pregunta ¿cuántos creen que acudieron? 25 ¡¡¡noo!! 50 ¡¡¡noo!! llegaron 76 personas, si 76. hagan sus propias reflexiones. por hoy los dejo y les invito a que cada uno de nosotros desde nuestra trinchera trabajemos por el país que queremos. gracias Anna por el espacio.
Duele.
ResponderEliminarNo hay una mejor palabra para describir lo que escribiste, entiendo y comparto tu dolor, a fin de cuentas, compartimos la misma piel.
y lo que dice Sartel es cierto. abrir los ojos cuesta trabajo en este País con los medios controlados...
No hay mas que difundir la realidad, y confiar que cada quien hará lo que le toca, o pueda aportar.
Agradezco sus palabras, amigos, y el problema ya se hizo más público con la matanza de los 72 indocumentados en Tamaulipas. Ojalá y ahora sí se haga algo por ellos, no es posible que este problema haya estado ahí, frente a nuestras narices, y nadie haya hecho nada para remediarlo hasta estos días.
ResponderEliminarY sigue pasando....... Pero creo que todos podemos hacer algo, dentro de nuestro ámbito y nuestras capacidades, aparte de denunciar. Todos somos culpables mientras terminamos en denunciar y echar la culpa a otros!
ResponderEliminarEl anterior comentario lo escribí yo, tu mama! (Monika)
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