viernes, 15 de agosto de 2014

Sopa caliente

-Mamá, esta sopa me quita lo nervioso.
-A mí también, hijo, a mí también.
Estábamos ante una sopa caliente de pasta, Emi la acababa de hacer. Yo traía un hambre atrasada que hacía que se me hiciera agua la boca.
Sonreímos y nos miramos gustosos frente a nuestros platos rebosantes, humeantes.
En ese momento, sentimos pleno y perfecto nuestro mundo. ¿Qué mas le podíamos pedir a la vida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú ¿qué opinas?