Qué lástima de juventud, qué pena compartida
por un artista insustituble que se va, de esos que trazaron rutas que
otros siguieron con gusto en el universo melódico iberoamericano.
Y qué lástima que yo no lo conocí, nunca me llegaron sus canciones, nunca lo identifiqué como parte de mi generación, que de hecho lo fue.
Escucho las reseñas, los comentarios y leo loslogros, aciertos,
grandioso trabajo de este compositor, músico y cantante y me sumerjo en
las épocas en que él se comenzó a escuchar, en que realizaba sus
conciertos y en que millones de fans de todo América Latina lo seguían,
lo escuchaban, hacían suyas sus canciones.
En los ochentas yo escuchaba, en español, a los cubanos de la Trova Cubana (solo Silvio Rodríguez y Pablo Milanés - Oficial) embeída con el sueño del socialismo que estaba por venir anuestro país, previa lucha en los partidos de izquierda.
En los noventa, para alegrarme la vida, me sumergí en la música afroantillana, en clases de baile conocí a grupos como Niche, que me
fascinaba, y un novio queretano me presentó a Joaquín Sabina, que
también me gustó mucho.
¿Otra música en español? Me aprendí todas
las de Cri Cri porque se las ponía a mis hijos. Ensanché mi universo de
música clásica, acercándome a los Románticos, a música jazzística
clásica del siglo pasado, influida sobre todo porque Alan St Clair
tomaba clases de piano (y luego yo lo seguí) y claro que empezó con las
piezas clásicas, tal y como yo lo había hacho a la misma edad, trece
años.
Cuando fui a la UNAM (90-94), me aficioné a la música del Tri.
Pasaba de largo, en los puestos callejeros en el DF, al ver discos de
rock en español como Café Tacuba, Botellita de Jerez o del mismo Soda
Stereo. Busqué música de Alberto Cortez, Victor Jara y, como ya andaba
extrañando Sonora, de Carlos y José (norteños) y hasta de la Banda del
Carro Rojo. No encontraba a Mocedades pero sí a Joan Manuel Serrat, que me encanta y cuyas canciones casi me las sé todas.
Ahora, en los programas de Radio, de TV y en los videos de YT que
cuelgan, escucho a Cerati. No está mal, quizá me haga aficionada a su
música, ya me están convenciendo sus fieles y cariñosos seguidores.
Que descanse en paz y que siga su legado para los músicos latinos de las siguientes generaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú ¿qué opinas?