martes, 11 de diciembre de 2018

Una poesía melancólica, que palpita suave y se derrama en la herida abierta del duelo.

Prólogo a Expoesía de Dalia Larisa Juárez Otero.


Para comenzar un prólogo que incluya espinas y flores habremos de tomar la obra con delicadeza, para darle el espacio que necesita para ser contemplado, escuchado y comprendido.

¿Cómo se renuncia a un sueño?, dice Georgina, cómo se desanda por el camino elegido, cómo se deja la rutina, cómo se suelta la piedra cuesta arriba para dejar de recomenzar una y otra vez con la lucha infructuosa.

En el símbolo de la flor con espinas, que mantiene su delicadeza a salvo del agresor, así se procura una poesía melancólica, que palpita suave y se derrama en la herida abierta del duelo.

La obra plástica retoma esta atmósfera desértica, en rincones floridos, como es el sexo femenino, insinuando la vellosidad en espinas y la vul-
va como flor protegida. No hay rincón nectarino que sea sencillo de obtener, hay que pedir que se le permita entrar.

Y qué sino, la personalidad femenina es una moneda de dos caras, cuya defensa es para el que ella rechaza y la flor, para la abeja o el colibrí que tocan lo preciso para fecundarla y llegar al fruto.

No hay poesía sin dolor, es un parto cada palabra y cada frase. Quien conoce a Georgina sabe, como lo sé Yo, que es una narradora directa y que no se anda con rodeos, que si tiene que mencionar “los labios vaginales”, lo dice sin disfraz. Por eso leer en particular este libro de poemas y contemplar las flores sobre cactáceas es sin duda caminar sobre la nueva piel, la piel más interna, la fuente de savia que no debe ser contaminada, aquella que no había sido mostrada a casi nadie y que ahora que ha llegado la madurez y las canas se derrama en una sabiduría contenida.

Es aquí donde quiero dejar de opinar, y donde empiezo a invitar a que cruce Usted el desierto lleno de flores, de espinas y murmullos poéticos que han sido paridos generosamente por Georgina, donde los silencios colocados en el lugar preciso nos llevan al interior.



Dalia Larisa Juárez Otero.

Santiago de Querétaro, México. 2018.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Expoesía, mi más reciente poemario y conjunto de pinturas.

Portada de Expoesía, libro hecho manualmente.
¿De qué trata Expoesía? El conjunto de pinturas espinosas y libro artesanal de poemas son el resultado de mi expresión a partir de una crisis muy fuerte que tuve en 2017, cuando no tuve más opción que dar marcha atrás a un sueño que tenía años incubando: irme a vivir a Sonora, concretamente a Bahía de Kino.



Una de mis pinturas, con nombre de mi poemario.
Fue difícil readaptarme a lo que yo creía había dejado atrás: Querétaro y mi hogar por treinta años. La sensación de derrota e inutilidad me abrumaron. Por haber padecido algunos eventos de inseguridad y haber sido objeto de robos (menores, afortunadamente) en Kino, regresé con muchos miedos y sensación de ser perseguida, etc. También tuvieron que ver factores económicos, por qué no decirlo.
Una oportuna hipnoterapia y la poesía y el dibujo me salvaron. Y este es el resultado.
El arte como expresión, como terapia, como liberación. Esta es mi senda.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Migrantes

Vienen tras un sueño
abandonan una pesadilla
van hacia un país
que vota a racistas y misóginos
que niega educación a sus primos
que droga sus noches de descanso
que erige estatuas de oro al trabajo esclavizado.

Vienen de países
 con gobernantes corruptos y entreguistas
 con mafias empistoladas
          en vez de policías
 que reprime manifestaciones con balas
  y despoja tierras    aguas    minerales
  para regalarlas... sí, a los dueños
              de ese país al que quieren ir.

¿Así terminarán los pobres de América
fumigados    perseguidos    rechazados
caminando en pos de una  ilusión
por las venas abiertas
de nuestros países desangrados?

Los esperan cárceles    hostigamiento    inseguridad
              secuestros       deportaciones
de cada cien   quizá uno mejore su vida
pero los lémures huyen
       del hacinamiento y del hambre
quizá el vacío sea preferible
el abismo tiene aire    espacio    lejanía
qué importa  la caída      el golpe    la nada
si sus ojos abiertos de muerte
reflejan un cielo azul
         surcado por aviones de guerra.

miércoles, 3 de octubre de 2018

A 50 años de la masacre de Tlatelolco.

-Papá, ¿qué es eso de los estudiantes, el gobierno, los balazos, que anda saliendo en la tele y los periódicos?
-Es que unos estudiantes no querían que se hicieran las Olimpiadas y el gobierno los tuvo que detener a la fuerza.
-Ahhh...
Ese fue mi primer conocimiento de la represión del 2 de octubre del 1968. Yo tenía seis años y mi pregunta fue como a mediados de ese mes de ese mismo año.
Mi papá era funcionario del gobierno y obligatoriamente priísta, en Hermosillo. Por eso su información era sesgada, manipulada, como la mayor parte de la población mexicana de ese entonces, principalmente los que vivíamos lejos del centro del país.
Años después leí "La noche de Tlatelolco", de Elena Poniatowska, y me abrió dolorosamente los ojos.
2 de octubre, nunca se olvidará. Conmemoramos el inicio de una lucha que ha tenido una victoria muy grande a su favor, pero estamos lejos de ver el castigo a quienes han implementado represiones en esa y otras ocasiones: la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, es un ejemplo de que ese ánimo autoritario y represor sigue latiendo en las entrañas del gobierno.
Estamos esperando que el gobierno de AMLO tome cartas importantes en estos asuntos tan dolorosos en nuestra historia.
¡Que estos eventos no se repitan, que los culpables tengan castigo, que no nos vuelvan a cerrar los ojos a la realidad!

sábado, 1 de septiembre de 2018

Espacio alrededor

Amo caminar con espacio alrededor
dejo atrás la ansiedad y los miedos
frente a un reflejo armonioso
una flor intensa y pasajera
 maleza digna del mejor pintor.  

Cada paso es una declaración
de fuerza y permanencia
de continuidad y dedicación
de cambio que aletea
como mariposa buscando
dónde dejar su capullo.

La lluvia esponja la bondad
el sol crece mi serenidad
las piedras truenan en minúsculos brincos
los pies retiran los caminos
agradecen el tiempo infinito
y se preparan para las lejanías coloridas
lo desconocido y sorprendente
y la satisfacción de lo compartido
entre colores y versos y libros
y mi vida.

lunes, 27 de agosto de 2018

Destellos naturales en San Joaquín, Querétaro.


Salir a recuperar el espacio, el cielo. A desdecirle a la rutina el aburrimiento por lo mismo y asombrarme de nuevo que a dos horas de carretera se encuentra el paraíso para los que quieren ver flores en lugar de cemento, oler rumores del viento entre pinos en lugar de motores, escuchar chicharras vibrando el aire como minúsculos temblores.

Me recosté y el cielo se mostró detrás de un oscilante pino,  su gigantesco tronco se convertía en una minúscula punta arañando el cielo. Fue un alivio que mis ojos no tropezaran con el techo protector de mi casa o las líneas de electricidad que surcan por doquier las calles.
Caminé y las piedras refulgían los colores de las eras geológicas. Me atrajeron las plantas que gozosas retoñaban, brotaban, me regalaban sus colores en su pequeñez altiva.
Me extasié en una telaraña perfecta, en el tronco de una cerca y su alambre. Saludé con alegría a un sapito, tan grande como mi pulgar, perfectamente camuflado en una hoja, tomando plácidamente el sol. No se inmutó con mi cercanía, se sentía seguro conmigo, y lo estaba.

Reconozco la flor del diente de león, de un amarillo tan puro y brillante, toda despeinada. Encontré un diente maduro, con una parte de sus semillas echadas al viento, tan espectacular en su ligereza, tan trasparente y tan fuerte al mismo tiempo. Amo los dientes de león.

Todo San Joaquín está lleno de manzanas cargando sus árboles. Señoras manzanas, la reina de las frutas, decorando como esferas de navidad cada casa, cada esquina, cada páramo del camino, cada patio.

Es agosto, mes que ha regalado lluvia en dondequiera, la tierra lo agradece, y  como siempre, sin importarles los asuntos humanos, las plantas cumplen sus ciclos de vida.  Es tiempo del retoño, de la floración, ya del fruto en el caso de las manzanas.  El verde inunda el horizonte y las nubes corren a lo lejos, perseguidas por vientos pasajeros, vientos de tormenta, vientos de cambio.
No me quedé para ver si la lluvia regalaba su vida, regresé con mi compañera en este viaje relámpago que fue asomarme a un paraíso natural que está así porque citadinas como yo no se quedan, no invadimos, no compramos y construimos. Solo admiramos, fotografiamos, bendecimos a la vida por tantos regalos, y regresamos a la seguridad del hogar.

lunes, 25 de junio de 2018

AMLO en Querétaro: un pie en la historia.



Estaba tranquilamente viendo el face el domingo buscando qué cosa hacer con la tarde, cuando de repente vi el anuncio en un muro de un cierre de campaña de Adolfo Ríos, el candidato de Morena a la alcaldía queretana. Iba a ser ese mismo día, 12:45pm decía y ya eran la una y media. Al ver la foto de AMLO al otro lado del afiche me pareció que también se presentaría, pero lo descarté  pues siempre ponen la foto del candidato presidencial en la propaganda de los candidatos de la coalición de Juntos haremos historia. Pero decidí ir, por lo menos vería el cierre de campaña de los candidatos locales.

Me vestí, puse tenis, agarré el cabello, me puse mi sombrero de lona claro y me llevé el bronceador para el camino. El carro no tenía gasolina, así que le puse en la más cercana estación de bombeo. Me pregunté qué pasará con el precio de la gasolina una vez que –esperemos—gane AMLO. Ha tenido la prudencia de no mencionar nada al respecto, lo está evaluando, pues gasolina más barata aumentaría el tráfico y la contaminación, es un asunto complicado.
Me fui al centro en el carro, entrando por la parte oeste, lateralmente, imaginé que entrando directo al jardín Guerrero no habría lugar. Me tardé en hallarlo allá por Nicolás Campa, por donde estaba la guardería de mi hijo y la casa de mi maestra de taller levreriano.
Algo me dijo que cerca de las dos no era tarde para llegar, cuando al enfilarme a caminar las cinco largas cuadras que me separaban del jardín, había gente también caminando en la misma dirección, a pie, con poco tráfico. Cruzamos un Ezequiel  Montes semivacío y seguimos con paso cada vez más apurado por una calle céntrica sin coches, ya eran más las personas que iban conmigo, incluyendo gente de la tercera edad.
Supe que sí vendría AMLO cuando vi gente apiñada alrededor de una larga valla humana, música norteña en vivo y una voz joven y fuerte gritando “presidente, presidente” y “es un honor, estar con Obrador”. Me emocioné como cuando hace doce años lo vi caminar hacia el templete en el Zócalo capitalino, siempre rodeado de gente que lo quería ver, abrazar, besar, tocar como a un santo de la política. Como hace seis años también en el Zócalo lo vi subir apesumbrado a decir que no, no se haría nada contra el fraude, que la mafia del poder, que la resistencia pacífica… Esa vez lloré de rabia, de impotencia, de desesperación y de tristeza.
Esta ocasión a todos los ahí presentes estábamos llenos de alegría, de esperanza. En eso vimos correr a gente en medio, enrolladas su banderas. El rumor de gritos se extendió. ¡Viene en el coche! Abrimos más la valla y ahí, aglomeración enfrente, bajó de la camioneta y trató de caminar hacia el jardín. Todo mundo lo quería saludar, celular en mano. Yo me retraje y me paré de puntitas, alcancé a ver una cabeza de cabellos blancos que caminaba con el paso abierto por fortachones voluntarios.
Con la marea empujándome, caminé hacia la bendición de la sombra de los ficcus del jardín, volteé hacia donde la  masa humana empujaba y ví unas manos inusuales que se alzaban, supe que eran las de él, pues era el centro del jaloneo. Morenas, alargadas pero no mucho, un poco anchas y de uñas claras, en contraste con su oscura piel. Llegar a su templete debía ser el trabajo más agotador de esta campaña lopezobradorista. Recordé que, en campaña, Echeverría  se aventaba diez mítines en un día, sus organizadores sólo podían seguirlo usando drogas para aguantar  –según me platicaron cuando reporteaba en Sonora .
No creo que AMLO o sus seguidores usen drogas, pero entiendo que quienes lo guían, encaminan, aseguran y conducen a atiborrados  templetes se van turnando, como un ejército de abejas alimentando a la reina, en este caso un líder carismático, directo, honesto, franco y seguro de sí mismo.
Me instalé atrás entre las sillas que habían colocado en el jardín, entre las fuentes de piedra, sobre las preciosas baldosas de cantera. Ya casi nadie las usaba, uno que otro para subirse y ver mejor.  La parte trasera del templete daba a la fachada del primer edificio administrativo municipal.
Subió con los gritos nuestros de ¡ es un honor estar con Obrador! y ¡Presidente!, medio desganados porque queríamos oírlo hablar. Y después de presentar a muchos candidatos locales, habló.
¡Ya saben que no hablo de corrido!, se excusó al decir que no diría mucho –se extendió una hora que se nos hicieron nada—y todos reímos, comprensivos .  Explicó lo que haría cuando sea presidente :
Si quieres ver el video, acude ami canal de Youtube (a la derecha).
una serie de medidas para proteger el mercado interno, apoyar la economía mexicana, con subsidios a los sectores más desfavorecidos –hará especial énfasis a los jóvenes de escasos recursos, el sector más desfavorecido y numeroso del país--. Recordé mis clases de economía política y los consejos de la CEPAL (Centro de Estudios para América Latina) para nuestros países en vías de desarrollo. Consejos que siguieron al pie de la letra pero exactamente al contrario los creadores del “Liberalismo social” (distraz de neoliberalismo) de Salinas  y de ahí cuenta hacia acá, desde 1988.
Por eso cero privatizaciones, menor énfasis en la economía orientada hacia el exterior –que la verdad ha hecho ricos a unos cuantos- y más hacia la producción interna. “Las camisas, los zapatos, el maíz, el frijol, la leche deben ser surtidos por nosotros”.
Y si le agregas la pérdida inmensa económica derivada de la corrupción política –dice que el 10 por ciento del PIB nacional es agandallado por políticos y empresarios asociados – te das una idea de porqué siendo tan ricos en humanidad hábil e inteligente, en recursos naturales, en empresas… no hemos crecido--. Lo que ha crecido, lo dijo también, es la riqueza de unos cuantos, la inseguridad, la pobreza, los grupos delictivos, la migración a USA principalmente.
Un razonamiento lógico, puesto en palabras simples, que ha hecho parte vital de su discurso desde 2006, ahora mucho más elaborado pero al fin y al cabo el mismo. Han hecho falta 12 años para convencer a la mayoría de los mexicanos que es el cambio que nos hace falta. Eso a pesar de las campañas negras que aparecen todos los días en los medios de comunicación tradicionales y digitales en su contra.
Y en la educación se extendió, también la ”mal llamada” reforma educativa “va pa atrás”. Mejoras a la educación pública (que debe ser gratuita) con la opción de la educación privada para quienes la puedan pagar. Por eso los maestros lo apoyan, pues tiene toda la razón.
Si gana, será un giro histórico al neoliberalismo, con toques éticos, que quizá no culmine en seis años, pero que se sentarán las bases.
Culminó su explicación amplia y concisa, prometió regresar cada seis meses a Querétaro a verificar los esfuerzos del gobierno federal (me pregunté por qué no hacía eso el presidente en turno, sólo han venido a lucirse en el Teatro de la República juarista y constitucionalista cada 5 de febrero, con toda la parafernalia militar que paraliza el centro durante un día). Pidió votar por todos los candidatos de la coalición, los presentó a todos –papelito en mano—y luego se fue.
Tenía un mitin similar en León y luego en Guadalajara. Para él y su equipo de hormigas obreras partidistas el día era largo todavía. Antes de irme, me anoté a cuidar casillas en donde haga falta con un grupo de luchones y hábiles muchachos vestidos del guinda de Morena.
Yo me retiré junto con muchos para la calle por donde entré, rumbo a Ezequiel Montes, luego la 57 finalmente mi carro en Nicolás Campa. Mucha gente del campo venía también, sus camiones los esperaban quizá hasta Tecnológico. No eran acarreados, solo llevaban banderas y mucha alegría, expectativas, esperanza, ideas de todo tipo porque vimos perfilarse otro tipo de gobierno.
A una semana de las elecciones, espero por la vida de mi gente, de mi país y de mis hijos que no hagan fraude, que ahora sí  le respeten la victoria.
Nos la merecemos.


martes, 15 de mayo de 2018

Las voces del desacomodo


Resuena la crítica ajena
me persiguen las voces
de la imperfección y el desacomodo.

Vivo en mi cuerpo como si
nunca fuera a encajar
            en ese vestido viejo
            en ese traje a la moda
            en esa blusa
y duele con el frío levantarse
y empezar a caminar y voltear la cabeza
la herrumbre mezcla la grasa
            con la espina
            de no aceptarme
de no querer este cuerpo usado
            deformidades naturales
de no ser una muñeca tersa
            alabada en el face hasta el infinito
de no ser belleza perenne como la Loren
            aunque acumule más horas de cirugía
            detrás de esos lentes de sol
            que yo de insomnios y autoflagelos.

Quizás solo quiero ser
            bella para tus oídos
            deseable para tu sexo
            amable para tu corazón
y ando por ahí con mi panza suelta
            tal vez se abra y dé a conocer
            los embarazos gozosos
            las horas sentadas jugando
los videos y series disfrutables
y no estar contando calorías
caminando hasta el desahucio
siendo la señora comeaños
la cougar comehombres
la sexualmente activa (ojalá)
la que ven y no ignoran y no ningunean.

Todo está en mí, dijeron
no tiene que ver
haber visto horas de imágenes
            de mujeres fotochopeadas
            que no son yo
que anhele un cuerpo perfecto
            y desprecie el mío
                        disposable after 55 years of service
cuando éste me da
            kilómetros de natación
            cientos de kilos de cargas pequeñas acumuladas al año
            reflejos instantáneos al manejar
            una piel suave que siente, arrulla, protege
            un vehículo en donde estar siempre
todo el mundo para mirar
sabores infinitos para paladear
arrugas para expresar
música y sonidos para interpretar
completo      funcional     eficaz
amable      cerebral     lógico
            emotiva lacrimosa
            gritona mandona poderosa
            tranquila relajada dormilona.

Mi cuerpo es mucho más que mi grasa
            que me recubre con amor
            que me nutre con amor
            que me adorna con amor
es mi vida alojada en el presente
            regalándome frutos
            prestándome tiempo
ansiando
mi paz mental.