viernes, 5 de septiembre de 2014

Conociendo a Gustavo Cerati (QPD).

Qué lástima de juventud, qué pena compartida por un artista insustituble que se va, de esos que trazaron rutas que otros siguieron con gusto en el universo melódico iberoamericano.
Y qué lástima que yo no lo conocí, nunca me llegaron sus canciones, nunca lo identifiqué como parte de mi generación, que de hecho lo fue.
Escucho las reseñas, los comentarios y leo loslogros, aciertos, grandioso trabajo de este compositor, músico y cantante y me sumerjo en las épocas en que él se comenzó a escuchar, en que realizaba sus conciertos y en que millones de fans de todo América Latina lo seguían, lo escuchaban, hacían suyas sus canciones.
En los ochentas yo escuchaba, en español, a los cubanos de la Trova Cubana (solo Silvio Rodríguez y Pablo Milanés - Oficial) embeída con el sueño del socialismo que estaba por venir anuestro país, previa lucha en los partidos de izquierda.
En los noventa, para alegrarme la vida, me sumergí en la música afroantillana, en clases de baile conocí a grupos como Niche, que me fascinaba, y un novio queretano me presentó a Joaquín Sabina, que también me gustó mucho.
¿Otra música en español? Me aprendí todas las de Cri Cri porque se las ponía a mis hijos. Ensanché mi universo de música clásica, acercándome a los Románticos, a música jazzística clásica del siglo pasado, influida sobre todo porque Alan St Clair tomaba clases de piano (y luego yo lo seguí) y claro que empezó con las piezas clásicas, tal y como yo lo había hacho a la misma edad, trece años.
Cuando fui a la UNAM (90-94), me aficioné a la música del Tri. Pasaba de largo, en los puestos callejeros en el DF, al ver discos de rock en español como Café Tacuba, Botellita de Jerez o del mismo Soda Stereo. Busqué música de Alberto Cortez, Victor Jara y, como ya andaba extrañando Sonora, de Carlos y José (norteños) y hasta de la Banda del Carro Rojo. No encontraba a Mocedades pero sí a Joan Manuel Serrat, que me encanta y cuyas canciones casi me las sé todas.
Ahora, en los programas de Radio, de TV y en los videos de YT que cuelgan, escucho a Cerati. No está mal, quizá me haga aficionada a su música, ya me están convenciendo sus fieles y cariñosos seguidores.
Que descanse en paz y que siga su legado para los músicos latinos de las siguientes generaciones. 

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