EL SABOR DE LA VIDA, de Norma Alicia Pimienta: la penosa realidad hecha humor

Lagunas y bordos florecientes de agua. Verdes y amarillos brillantes de los campos agrícolas de Cajeme.  Vidas femeninas enmarcadas en una naturaleza espléndida y bordeadas por las obligaciones, por hombres obsesionados en la pasión y no en la mujer concreta.

La vida de madre con padres ausentes, con amor ausente. El atender hijos y rutina laboral junto con la administración de una casa que a fuerza de costumbre se convierte en hogar.

Varias historias de vida a través de los relatos cortos es lo que Norma Alicia Pimienta nos regala en su libro “El sabor de la vida”. Sabor a humo en las enramadas, a Zucaritas con leche por las mañanas y al delicioso olor a tierra resequísima mojada con la lluvia del desierto en una de tantas colonias de clase media de cualquier ciudad sonorense de la costa.

Escrita con coloquial sinceridad, sus letras no dejan de entretejer la vida dándole a la cotidianeidad un sabor poético, lírico, que suelta hilos de amargura permitiendo hacer presente al conformismo ante las situaciones difíciles de la vida que muchas mujeres debimos pasar.

Conformismo que al expresarse pierde su fuerza aplastante de la voluntad y se convierte en humor, en risa ante el reflejo inconsciente de las variadas situaciones de adultez que se presentan. Es la risa que traía mi mamá cuando trajo el libro hasta Querétaro y me dijo:

 -Verás qué bien escribe, me la pasé riéndome de todas las situaciones que presenta, son bien reales.

Por eso me quedé con El sabor de la vida y hasta estos días lo leí con atención. Si, me reí también pero también me dolieron muchas situaciones contadas, quizá porque me recordaron épocas penosas de mi vida.

La realidad supera a la ficción, dirían algunos pensadores. Y cuando se escribe con humor fino, es más real.

Pimienta, Norma Alicia. El sabor de la vida. Concentra Editores. México 1999.