domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Acaso mi mundo interior será más tranquilo
seré más feliz y amorosa
si niego la vista a los horrores del mundo?
¿Acaso dejaré de vivir tormentas
llorar duelos y enfrentar mis demonios
si admiro las maravillas naturales
y con el espíritu estremecido
conozco admirables proezas y actitudes humanas?

Ojos con ternura quiero

comprensivos y compadecidos
esperanzadores y horrorificados
ver de frente lo podrido
y oler la flor más ajada
reir con el vagabundo más rechazado
caminar con el pie dolorido
no hablar a quien desea ser oido
cabalgar los briosos corceles
y esas esplendorosas montañas
frías lejanas hermosas
pintarlas sin desear
pisar su virgen cima.
AGS

martes, 6 de noviembre de 2012

Una gatita enferma



Una gatita me visitó anoche. Venía envuelta en una toalla naranja, sus ojos azules eran pacíficos. Inusitadamente tranquila, no reaccionó ante el brinco que dio mi perra cuando trató de agarrarla por una patita, en un perruno gesto entre juguetón, curioso y algo cazador.
Tiene agua en los pulmones, me dijo mi amiga con voz triste.  La recogió en el estacionamiento de la empresa donde trabaja. La veterinaria le dio antibióticos y predijo que estaría bien, si es bien atendida.
La gatita no quería salir del regazo de mi amiga, quien la traía como mamá cangurogato dentro de la chamarra.
Los gatos realmente enfermos no maúllan.